Como cada último domingo de mes, ayer día 26 de febrero, la parroquia de San Luis Beltrán de Bilbao acogió la celebración de la Misa Latina. En esta ocasión, contaron con un invitado de excepción, les acompañó el presbítero diocesano de Bilbao Juan Mari Bautista, que fue uno de los que inició y acompañó la experiencia de la Misa Latina desde sus comienzos, cuando se celebraba en la parroquia de San Francisco Javier.
Juan Mari Bautista, que se encuentra actualmente ejerciendo su tarea pastoral como misionero en Guayaquil, Ecuador, expresó su inmensa alegría por reencontrarse con la comunidad migrante y por ver que la experiencia tenía continuidad y que, además, “la familia” había crecido en número. También se vio gratamente sorprendido por la organización y el acompañamiento actual de esta actividad, así como por el apoyo que actualmente ofrece la Diócesis a través de la Pastoral de Migraciones, así como “por la fidelidad, constancia y trabajo de la gente que asiste desde los inicios y de quienes están al frente”.
Juan Mari aprovechó su participación en la Misa Latina para contar a los presentes la experiencia de su trabajo en Guayaquil “en un barrio muy pobre y marginal” y agradeció a la comunidad porque su experiencia de compartir con la comunidad migrante aquí también le motivaron su día a regresar a trabajar en Ecuador.
El presbítero diocesano Johnny Vargas, originario de Ecuador, es quien actualmente acompaña la Misa Latina y destaca que fue una misa muy emotiva y entrañable “así lo expresó la gente”, dice. En la celebración se leyó esta oración de gracias “Querido Juan Mari. Todos los aquí presentes queremos darle las gracias por compartir esta tarde nuestro encuentro de fe, la Misa Latinoamericana. Gracias por no olvidarnos, recuerde que somos sus semillas sembradas hace más de 10 año y que perdurará por muchos años mientras nos una el amor y la fe. Elevamos una oración a Nuestro Padre por usted, que ha dedicado muchos años de su vida sacerdotal a las Obras Misioneras en Ecuador (su segunda patria) para que le de fortaleza y pueda continuar evangelizando a los más necesitados y desfavorecidos de Guayaquil para la grandeza del Reino de Dios”.
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