Urkiola celebra hoy uno de sus días grandes: La festividad de San Antonio de Padua que hoy ha servido, además, para rendir un sentido homenaje al misionero Antonio Madinabeitia, fallecido hace unas horas y que tantos años en este día había estado presente en Urkiola. Hoy también lo ha estado, en la memoria de tanta gente que le había conocido a lo largo de su vida y le recordaban con cariño. Precisamente, el año pasado en esta misma fecha se le rendía un homenaje en Urkiola, poco antes de dejar el que había sido su hogar durante muchos años, para trasladarse a vivir a la residencia sacerdotal de Vitoria-Gasteiz donde ha vivido estos meses.
Félix Moreno, que ha compartido varios años de su vida junto al misionero fallecido relataba con emoción el «tesoro» que le ha dejado. «No sólo Antonio, también los otros misioneros, quienes, me han mostrado que Urkiola ofrece una mirada especial para entender a Dios, a la vida y a los demás».
Fernando Díaz Abajo, ex consiliario de la HOAC y sevillano se «enamoró» hace años del lugar y ahora acude a Urkiola cada vez que puede. Había planeado el viaje para visitar a Antonio Madinabeitia y pasar estos días con la familia misionera de Urkiola. «Ahora lo haré de otra manera, porque sigue entre nosotros, con su sonrisa sincera y humilde», subraya, conteniendo la emoción por estar por primera vez compartiendo un día tan especial.
Raquel Corcuera, miembro de la Unidad Pastoral Tabira resalta que para sus hijos, Antonio «ha sido un aitite». Han mantenido una relación estrecha con él desde hace unos años. Raquel también resalta su gran calidad humana. Le define con una frase corta, pero llena de contenido: «ha muerto un hombre bueno».
Roque Antonio Santos Gilces dice
¡Padre Antón!
Lo conocí sencillo, ¡sencillísimo!, casi silencioso, persona sumamente paciente, ¡de gran paciencia!, referente de estoicismo, pero muy sapiente, con una sonrisa adherida a su rostro y una mirada muy escrutante. Su personalidad, que daba la impresión quería pasar desapercibida, era impresionante, muy efectiva y muy afectiva al momento de ejercer su apostolado y servicio en bien del prójimo y de la comunidad. ¡QUE DIOS LO PREMIE CON EL GOCE ETERNO DE SU PRESENCIA!
Misiones Diocesanas Vascas - Vitoria dice
Muchas gracias, Roque, por tus bonitas palabras a la persona de Antonio Madinabeitia