El pasado sábado, tuvo lugar en Barria, un encuentro misionero al que asistieron los participantes del curso Norte Sur de los dos años anteriores y también personas interesadas en hacer el curso próximamente. Acompañaron el encuentro responsables del curso de IDTP, Cáritas y Misiones.
La mañana comenzó con el reencuentro, los saludos y las presentaciones de quienes se incorporaban a este grupo.
Después de la bienvenida y agradecimiento por su presencia, tuvimos un momento de oración pausado para vivir la mañana de manera especial. Y efectivamente, la jornada nos trajo 3 experiencias de solidaridad Norte-Sur vividas por Naiara, en México, por Ainhoa, en Perú , y por Mónica en Honduras que nos emocionaron y nos hicieron reflexionar.
Naiara y Ainhoa están ya están apuntadas para hacer en el curso Norte Sur; Mónica ya participó en el curso 20-21.
Tres experiencias diferentes pero en muchos aspectos iguales. Las tres coincidieron en el agradecimiento por haber tenido la oportunidad de salir a conocer otras realidades: “hasta que no lo ves, y estás allí, por mucho que leas sobre ello no lo tienes”, decía Naiara, que dejó de trabajar para poder ir a la experiencia: “tenía una necesidad de reconectar con lo social”. Compartió que la experiencia le ha dejado un sello, y que tiene la suerte de tenerlo en su cabeza y su corazón. Ainhoa, que estuvo en la Amazonía peruana, compartía que daba las gracias a las personas que le habían animado a dar el paso. Y Mónica, que hizo el curso Norte Sur durante la pandemia, compartía que quería vivir la experiencia, salir de su zona de confort, verse en otra realidad.
Naiara, fue a Puebla, México, con la ONG «Ayuda en acción». Había hecho el curso Norte Sur de Alboan y este ha sido su primer contacto con el Sur. Ha colaborado en un proyecto de purificación de agua. Es un proyecto de emprendimiento dirigido a mujeres. Trabajó también desde lo educativo, apoyo a grupos de tiempo libre..
Ainhoa viajó a Perú, a la Amazonía. Ella tiene el Master cooperación de Hegoa y es Monitora de Argizai y ha participado como monitora en Rabat con chavales de Trebeak Euskalherriko eskautak Bizkaia. Colaboró en un proyecto Casa- hogar de acogida para chavales, de entre 12 a 18 años. Un proyecto que da la posibilidad de poder ir a la escuela secundaria a jóvenes que en sus pueblos no cuentan con una y les es imposible desplazarse diariamente. «Los chicos y chicas nos han compartido confidencias, necesidades. Ha sido muy rica la convivencia con los chicos y chicas y con las otras monitoras del centro».
Mónica colaboró en Honduras en un proyecto de Medicus Mundi, de salud sexual y reproductiva: Construcción de una clínica y consultoría. Construcción de huertos para las mujeres que van a dar a luz a la clínica (para que puedan alimentarse desde el huerto, ya que pasan varias semanas allí). Acercamiento, visitas a los hogares maternos. Mónica resalta la acogida que le brindaron las personas con las que convivió, le sorprendió gratamente los cuidados hacia las personas mayores,
Las tres coinciden en que es una experiencia increíble, que te traes muchos aprendizajes, recuerdos, pero también interrogantes. A las tres les costó un poco situarse a su regreso por las vivencias, las preguntas que llegaron dentro de sus maletas … y las tres se emocionaron al compartir lo que supone conocer aquellas realidades, aquellas personas a la que le han puesto cara y nombre, y con las que han compartido problemas, alegrías, luchas, su fe.
Después de estos testimonios la jornada continuó con la información sobre las experiencias de verano que organiza Misiones, en este caso, para el próximo verano. El requisito para participar es haber realizado el curso Norte Sur. Algunas personas que hicieron el curso durante la pandemia, no tuvieron la oportunidad de vivir la experiencia, por lo que este año podrán apuntarse. Las reuniones para la preparación de la experiencia se convocarán mas adelante.
La reunión finalizó con el compromiso de volver a reunirse y continuar con estos encuentros.
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