Marina Sampedro y Mª Jesús Pérez, miembros de Fundación Maquita Cushunchic (MCCH) compartieron, con un grupo de alumnos y alumnas del centro Somorrostro, colaboradores de Kidenda y personas interesadas, su visión sobre el comercio Justo y explicaron los proyectos están llevando adelante.
Las personas asistentes escucharon con interés los retos y apuestas de esta organización. La Fundación Maquita va a cumplir 38 años y su propio nombre dice ya mucho de su espíritu: DÉMONOS LAS MANOS, en quechua. Con los 5.300 miembros de 547 organizaciones de 18 provincias de las 24 que tiene Ecuador intenta llegar a todas las aéreas para ayudar a vivir con dignidad.
Marina y María Jesús señalaron que “el Comercio Justo no es sólo comprar y vender, sino una apuesta, una filosofía, un estilo de vida con principios contrarios a un capitalismo que sólo persigue el consumo y la exclusión”.
Un ejemplo: Las grandes comercializadoras de chocolate pagan al productor menos del 5% del precio total que paga el consumidor final. El comercio justo abona un 87% de ese precio total.
La apuesta por el comercio justo pasa por una producción sostenible en diferentes líneas de trabajo: trabajar mucho el agroecologismo, la gestión social del agua, la producción agrícola y producción artesanal, formación de líderes y lideresas y asistencia técnica, y una línea de Turismo con el trasfondo agrícola y artesanal, y es que tienen una riqueza cultural increíble.
El encuentro que tuvo lugar ayer en la tienda/sede de Kidenda, en Bilbao,
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