
De izquierda a derecha: Fran Izquierdo, director de Misiones de Vitoria, Txarli Azkona, misionero capuchino; Feli Martín, delegada de Misiones de Bilbao y Koldo Muro, director de Misiones de San Sebastián.
La delegación de Misiones de Bilbao ha recibido hoy la visita de Charly Azcona, misionero de la comunidad capuchina en el vicariato apostólico de Aguarico de la Amazonía ecuatoriana. Estuvo también hace tres años, junto a su obispo, Adalberto Jiménez, cuando se dirigían a Roma para participar en el Sínodo para la Amazonía. Le han recibido los directores y directora de Misiones Diocesanas que se encontraban de reunión en Bilbao.
Han tenido la oportunidad de conversar sobre la situación de Ecuador, en concreto sobre los problemas que siguen afectando a la población de la Amazonía: La extracción de la madera que sigue sin parar sin que revierta en la gente que vive en la zona y el petróleo sigue el mismo esquema de extracción sin límites, no se informa a la población. Azcona explica que se firman acuerdos que no se cumplen y la gente sale a protestar pero no se ven avances. Por otro lado, las personas que trabajan para la petroleras viven la angustia de defender sus derechos y los de su pueblo o defender su trabajo que mantiene una familia.
Desde el vicariato siguen apostando por acompañar al pueblo, siendo coherentes, luchando
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Durante la pandemia se realizó de manera virtual y generó una manera nueva de participar muy rica, desde diferentes países, pero este año ha sido presencial y se ha visto reforzada. Les recibían en cada etapa con los brazos abiertos.
Recordando su paso por estas tierras cuando se dirigían a Sínodo para la Amazonía, nos contaba que prosiguen las comisiones que se formaron y que las líneas que se marcaron en el Sínodo se intentan llevar adelante poco a poco.
Charly afirma que “hay un tesoro: Cristo vivo en la Amazonía y esto nos estimula a seguir trabajando. Somos enviados por una Iglesia y tiene que haber un agradecimiento, Damos y recibimos”.
También agradece el envío de misioneros y misioneras, por el esfuerzo de su preparación, por su formación y por seguir manteniendo el espíritu misionero. Por hacer viva la Misión en nuestras diócesis.
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