Dentro de la revista Los Ríos, en el apartado de entrevistas, encontramos la experiencia misionera de María Jesús Sanz Basterra, laica de Bizkaia que ha trabajado durante unos meses en el “Albergue del Peregrino” en Huichapan, México. Un albergue que acoge a las personas que viajan desde Centro y Sudamérica hacia Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia. María Jesús nos muestra la realidad de las personas migrantes, la solidaridad de pueblo mexicano y toda la riqueza de la convivencia en el albergue.
María Jesús vive en Galdakao, Bizkaia. Es laica, miembro de Frater y voluntaria de Caritas. Mujer positiva, entusiasta, dinámica y con el corazón abierto a lo que Dios le ha pedido en cada momento de su vida.
1.-¿Cómo ha sido el proceso por el que decidiste dar el paso hacia esta experiencia?
He vivido la fe desde niña en la familia, mas tarde en la parroquia, luego siendo catequista. Siempre sentí la llamada de Dios hacia los empobrecidos. En esa búsqueda me encontré con las MMB (mercedarias misioneras de Berriz). Con ellas maduré mi vocación como laica y descubrí el carisma misionero de las MMB. En un momento concreto de mi vida, ya jubilada, a partir de un taller de oración, se me presenta la oportunidad de vivir una experiencia misionera en México, Vivir la Misión en periferia. Después de consultarlo con mis hijos, que me apoyaron y animaron y de ponerlo en oración, decidí decir que SÍ.
2.- Viajaste a México en enero de 2021. ¿Cómo es el proyecto de Huichapan, lugar donde has vivido la experiencia misionera?
Fui a colaborar con el albergue “Casa del Peregrino”. Allí trabajan las MMB, desde un acuerdo de colaboración con los jesuitas, en el que la labor fundamental es atender a los migrantes y cuidar y apoyar el voluntariado local. El albergue está en Huichapan, una ciudad del estado de Hidalgo, a dos horas y media, de cuidad de México.
3.- ¿Qué encuentran los migrantes en la Casa del peregrino?
La Casa del peregrino, como dicen algunos de los que llegan, es “un oasis en medio del camino”. Ofrece una ducha caliente, cama limpia, comida, muy sencilla: arroz, frijoles y sopa, ropa en buen estado y calzado, que suele ser lo que peor traen por andar tantos km a pie…. Pero lo mas importante en este albergue es la escucha, el acompañarles en la jornada, estar con ellos y ellas, que se sientan atendidos, protegidos, apoyarles en la salud,.. y compartir con ellos sus sueños.
Desde Huichapan sale todos los días un tren (de los que llaman “La Bestia”), que enlaza con otros que se dirigen rumbo al norte de México, por ello, muchos de los migrantes deciden subirse a este tren.
-En México, el medio de transporte que ha sido bautizado como “la Bestia”, son los trenes de mercancías que realizan trayectos hacia el Norte de México pasando por diferentes estados (provincias) del país. Cada año, entre 400.000 y 500.000 migrantes, la mayoría centroamericanos, suben clandestinamente a esos trenes combinando trayectos, arriesgando la vida por llegar a EE. UU. Uno de ellos sale de Huichapan.
4.-Este albergue se encuentra a mitad de camino entre la frontera Sur y Norte de México
Sí, forma parte de una red de 27 albergues que se encuentran entre Chiapas y frontera con Estados Unidos. La casa del peregrino de Huichapan funciona con personas voluntarias y, como he dicho, cuentan con la colaboración del servicio jesuita de movilidad humana y las mercedarias de Berriz, pero son los vecinos y vecinas que, viendo la situación de los migrantes, han decidido echar una mano desde lo que tienen. Como un matrimonio que cedió, desde su pobreza, un terrenito que tenían para construir el albergue: un compartir de pobres para pobres. He tenido la suerte de conocer a este matrimonio ejemplar. ¡Qué ejemplo de vida! ¡Cuánta admiración suscita!
5.-En ese acompañar y compartir de cada día habrás conocido muchas historias, cada una de ellas con sus sufrimientos, sus ilusiones, esperanzas,…
Cada día llegan al alberque entre 30 y 40 personas. La mayoría vienen de Centroamérica huyendo de la pobreza, como es el caso de los hondureños, que han sufrido dos huracanes seguidos que han arrasado su país. Otros huyen de las maras, de la guerra,.. y al salir del albergue sufrirán en su viaje persecución, robos, extorsiones…siempre a merced de las mafias, y de la Policía, en muchos casos, corrupta..
6.-¿Qué destacarías de la relación con las personas migrantes con las que has convivido?
Destacaría el agradecimiento que muestran en todo momento. Su generosidad con los compañeros, En la mesa se ponía todo, compartían lo que tenían. También me ha llamado mucho la atención su espiritualidad, algunos eran católicos, otros evangélicos,..y cuando les invitabas a orar te contagiaban una fe impresionante. Una de las cosas que mas me impactaba era cuando rezábamos en la despedida y nos pedían que les diéramos nuestra bendición. A pesar de su situación de incertidumbre viven con esperanza, lo veía en sus caras y sobre todo en sus miradas.
7.-¿Cómo te has sentido en este proceso?
Me ha encantado estar cerca de ellos. Muchas veces, a pesar del cansancio del trabajo del día, me ponía contenta al pensar que a cada persona que llegaba al albergue, habíamos aportado dignidad al ofrecerles una cama limpia o al darles un pantalón decente pero sobre todo, escuchándoles acompañándoles, orando con ellos.
8.-De la relación con las personas voluntarias
Siento admiración por las personas voluntarias que iniciaron, en condiciones muy precarias, esta callada pero admirable labor. Algunas son ya muy mayores.
Y siento agradecimiento por todas las personas que aportan desde lo que son, desde lo que tienen. El nuevo grupo de mujeres voluntarias. Son más jóvenes, con entusiasmo y dispuestas a arrimar el hombro. Aportan su tiempo y trabajo y con este apoyo de los jesuitas y las mercedarias tienen muy claro que quieren seguir formándose, desde su compromiso de fe, para trabajar mejor con los migrantes y hacer un mejor acompañamiento.
9.- ¿Qué te gustaría compartir de lo que has aprendido?
La mirada sobre la migración me ha cambiado, creo que el acercarnos a las personas nos cambia porque descubrimos quiénes son y eso nos acerca. Solo puedo dar gracias por esta oportunidad. Yo lo resumo con las palabras del papa: acoger, proteger, promover e integrar
10.-Has estado en algunos centros educativos dando testimonio. ¿Cómo valoras la experiencia con el alumnado?
Considero que es importantísimo dar testimonio, en general lo escuchan con interés. La iglesia debe acercarse a los jóvenes y esta es una buena manera, porque lo que transmitimos, les llega. Dar testimonio en los colegios es una manera de acercar la iglesia a los jóvenes .
También quiero señalar la importancia de ser misionero o misionera aquí, porque aquí también nos encontramos con personas tiradas en la calle, y eso nos tiene que interpelar. Tener la mirada abierta a los signos de los tiempos.
11.- ¿Cómo dinamizar lo misionero?
Pienso que Dios nos muestra dónde tenemos que estar, y a nosotros nos toca proporcionar momentos de encuentro con Dios en la oración y experiencias en las que la persona pueda ver su camino.
Para terminar
Mi experiencia ha sido un regalo Ha sido muy rico trabajar con el pueblo mexicano, me he sentido una privilegiada. No sé si volveré; lo que sí tengo claro es que la misión está en la vida y, donde esté, yo siempre quiero compartir la vida.
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