El misionero vizcaino Xabier Goicouria, que lleva 55 años en RD Congo recibió el pasado viernes, festividad de San Francisco Javier, patrono de los misioneros y misioneras, un homenaje en el país africano, en el centro al que dedicando sus fuerzas y energía, dirigido a acompañar discapacitados físicos “tal vez al verles tan desamparados y tan sin esperanza de una vida digna, porque estaban totalmente abandonados a su suerte”, explicaba Goicouria en una entrevista hace diez años. En el homenaje, que estuvo preparado por chicos y chicas con discapacidad que han pasado por el centro, se inauguró una escultura dedicada a él.
El día 3 de Diciembre, San Francisco Javier, también es el Día Internacional de la Discapacidad «y este año celebramos –explica Javier– el 50 aniversario de mi comienzo con ellos. Todos los años tenemos fiesta ese día y se celebra una misa, luego hay cantos, danzas, teatros, para terminar al final con una comida».
Sorpresa
Xabier explica que le dijeron que este año lo querían celebrar de forma especial y habían hablado con los antiguos alumnos que están en el extranjero contándoles lo que querían hacer y pidiendo su contribución. «Yo no sabía nada, -dice- Yo vi que estaban haciendo una obra en el patio de casa pero no quisieron que supiera de qué se trataba, por eso, estaba siempre tapado con sacos y cuando terminaban de trabajar ponían los vehículos de casa junto a la ‘obra’ para que no se notara de qué se trataba. (Eso aparece en una de las fotos) Luego me enteré que querían hacerme un ‘monumento’. En un principio pensaba que las monjas andaban metidas en este asunto y les dije que si era así, que pararan en su empeño, pero me dijeron que no eran ella sino los minusválidos y entonces, no quise poner obstáculos a sus ilusiones».
Las religiosas se encargaron de alquilar las tiendas de campaña a los militares para poner a cubierto a los invitados, «porque estos días el sol aprieta de lo lindo, y después de la misa del día tuvo lugar la bendición del monumento, que yo no había visto todavía. Lo descubrieron en el momento de la bendición y me quedé atónito, impresionado, avergonzado, de que expresaran su agradecimiento de manera tan solemne. En el bajo de la estatua se lee una frase que dicen que la dije: ´Yo fui como golpeado en lo más profundo de mi ser y Dios me señaló con el dedo para que realizara esa obra en favor de los más pobres'».
La víspera, le regalaron una camisa cosida por ellos en la que aparece un medallón en el bolsillo con su cara y una frase: “Los antiguos del Centro y Este hombre es según su corazón” y también en la espalda hay un círculo mayor con su figura y la misma frase. En el acto estuvo presente el embajador, acompañado de su esposa y de una pareja formada por un asturiano, que lleva 18 años en Lubumbashi y una belga.
Zorionak Xabier!
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