El pasado 10 de septiembre fallecía en Quito, a los 90 años de edad, la misionera de Burgos, María José Abad, perteneciente al IMS, Instituto Misionero Secular.
Con 28 años, Mª José fue destinada a vivir su vocación misionera en Ecuador. Desde entonces, ha permanecido allí, compartiendo la vida y la tarea con los empobrecidos de la tierra. Primero en la provincia de Los Ríos, más tarde en Quito y posteriormente en Riobamba, diócesis en la que, entre otras tareas pastorales, fue secretaria de Monseñor Proaño, obispo de los pobres. Siempre ha estado al servicio y comprometida con la sociedad y la Iglesia de Ecuador.
Los últimos años, por razones de salud, se trasladó a Quito, donde ha sido atendida en la Casa de Espiritualidad Ntra. Sra. Del Quinche, casa de las misioneras del IMS.
Con la confianza de que nuestro Dios, Padre/Madre, ya la ha acogido con su gran misericordia, y transforma su vida en gozo definitivo, compartimos esta oración escrita por Mons. L. Proaño que refleja la vida de María José.
SOLIDARIDAD
Mantener siempre atentos los oídos, al grito de dolor de los demás,
Y escuchar su llamada de socorro,
Es solidaridad
Mantener la mirada siempre alerta, y los ojos tendidos sobre el mar,
En busca de algún naufrago en peligro,
Es solidaridad
Sentir como algo propio el sufrimiento, del hermano de aquí y del de allá,
Hacer propia la angustia de los pobres,
Es solidaridad
Entregar por amor hasta la vida es la prueba mayor de la amistad,
Es vivir y morir por Jesucristo,
Es solidaridad
Llegar a ser voz de los humildes, descubrir la justicia y la maldad,
Denunciar al injusto y al malvado,
Es solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero del abrazo sincero y fraterna,
Que unos pueblos envían a otros pueblos
Es solidaridad
Compartir los peligros en la lucha por vivir en justicia y libertad,
Arriesgando en amor hasta la vida,
Es solidaridad.
Mons.Proaño
ç
Deja una respuesta