Ayer lunes, 30 de agosto, falleció en Brasil el obispo emérito de la Diócesis de Presidente Prudente, en el estado brasileño de São Paulo, Mons. José Maria Libório Camino Saracho, a los 89 años de edad. Su entierro, tendrá lugar hoy en la cripta de la Catedral de San Miguel Arcángel de la Diócesis de San Miguel Paulista, donde fue sacerdote, obispo auxiliar y donde residía actualmente.
Mons. Camino nació en Santurtzi (Bizkaia) el 13 de noviembre de 1931 y realizó sus primeros estudios en el seminario menor de Castilllo-Elejabeitia y Vitoria-Gasteiz. Allí cursó filosofía e inició teología, que concluyó en el Seminario de Derio, recién creada la diócesis de Bilbao.
Fue ordenado presbítero en la basílica de Begoña, el 6 de julio de 1958 y su primer destino pastoral fue en el Seminario de Derio, como formador. En 1966 partió hacia Brasil como misionero, junto a otros compañeros con quienes comenzó a trabajar en la región de Itaquera, en la conocida como zona Este de São Paulo, de gran inmigración. Fue nombrado párroco de San Benedito de Guaianases en febrero de 1967 y quienes le conocen de cerca explican que siempre mantuvo una gran preocupación social por atender las necesidades más inmediatas de la población local. Durante los 20 años que permaneció como párroco se centró en las guarderías «Creches» infantiles e instauró cursos de formación profesional, creó centros y clubes comunitarios y una enfermería donde se atendía gratuitamente y donde llegó a ser conductor de la ambulancia durante cinco años. Fue profesor en un colegio público y recuperó el Colegio Diocesano Virgen del Pilar, que sigue funcionando en la actualidad. En 1990, al crearse la Diócesis de San Miguel Paulista, le designaron párroco de la catedral de San Miguel Arcángel, donde hoy martes se celebrará su funeral.
El 16 de junio de 1999, el Papa Juan Pablo II le nombró obispo auxiliar de San Miguel Paulista y el 20 de febrero de 2002, obispo de Presidente Prudente, en el Pantanal, que pertenece a la zona de influencia amazónica. En esta diócesis destacó por su apoyo a los más necesitados y su cercanía al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.
Presencia vasca numerosa y dilatada en el tiempo, en Brasil
La presencia misionera vasca en Brasil fue numerosa y dilatada en tiempo -hasta comienzo de los años 80-, por Brasil llegaron a pasar 23 misioneros: En 1962, fueron José Rodrigo y Javier Sáez de Ibarra; en 1963, José Luis Alava, los hermanos Julio Campo e Ignacio Campo y José Sanz; en 1964, Narciso Abasolo, Mariano Gandarias, Santiago Lumbreras, Jose María Orive, Luis Unzueta y Juan Zumalde, enviados inicialmente por parte de la OCHSA, y que posteriormente formaron parte del grupo misionero vasco. Los primeros enviados a través de Misiones Diocesanas Vascas fueron Iñaki Etxezarraga, en 1966 y Jose María Camino, en 1967. En 1968 llegaron Txomin Altazubiaga y Juanjo Gracia. En el año 1969, por mediación de José María Camino, un grupo de religiosas Hijas de la Cruz fueron a Sao Paulo, ya que él conocía a la superiora en Santurtzi y en uno de sus viajes, por vacaciones, le solicitó colaboración. El grupo estaba formado por Mª Carmen Fernández, Trinidad Otamendi, Evangelina Real y Paz Regidor. En 1970 fue Juan Antonio Losada (aunque en este caso a otra Diócesis, la de Minas Gerais); y, en 1974, se incorporaron al grupo José María Delclaux y José Ignacio Iturmendi.
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