El pasado sábado, en la parroquia de San Blas de Alegría – Dulantzi, el obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, presidió una misa de envío misionero del sacerdote alavés, Juantxo Donés Gastón. El misionero comenzará su segunda etapa en Ecuador, esta vez en Cojimíes, una población costera, al norte de la provincia de Manabí, dentro de la Archidiócesis de Portoviejo. Allí coincidirá con los otros dos misioneros alaveses, Jose Antonio Chavarri y JuanRa Etxebarria, que le esperan con los brazos abiertos.
La misa de envío fue también misa de despedida de la parroquia de San Blas en la que ha estado durante los ultimos 13 años. Todo el pueblo de Alegría y muchos agentes de pastoral y miembros de los grupos de misiones de la zona de la Llanada Alavesa arroparon a Juantxo en esta celebración de «sentimientos encontrados».
En la víspera de la Asunción, recordamos el «amén», el «sí» de María, que se sigue repitiendo en opciones como la de Juantxo, que reconoció que se va a las misiones porque se ha puesto en las manos del Padre y que se siente enviado por su Diócesis.
Los aplausos y las emociones contenidas estuvieron presentes en toda la celebración, principalmente al final donde se impuso, sobre todas las demás, la palabra «Gracias»:
- Gracias al obispo de Vitoria, por permitir que los sacerdotes diocesanos puedan sumarse al proyecto misionero, sabiendo que aquí tampoco abundan los obreros de la mies.
- Gracias a la comunidad de San Blas de Alegría por todos los aprendizajes que se lleva Juantxo en su mochila a Ecuador.
- Gracias a Juantxo por resonder a la llamada misionera y abrir nuevos caminos de hermanamiento y colaboración entre las iglesias y los pueblos.
Y gracias, en definitiva, a Dios por seguir llamando a sus hijos e hijas a la misión. Al compromiso con los empobrecidos de este mundo que, como dice la canción de Juanjo Elezkano: «Los pobres de la Tierra, levantan hoy su voz y en dolor y llanto, se oye la voz de Dios».
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