Xabier Villaverde, coordinador del FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio) y antiguo misionero de Misiones Diocesanas Vascas y Beatriz García Pluas, misionera del IMS, en Ricaurte, provincia de los Ríos, analizan el resultado de las recientes elecciones en Ecuador
Es posible que haya causado sorpresa que Guillermo Lasso haya logrado ganar la presidencia de la República del Ecuador en su tercer intento. La elección, entre un oligarca banquero neoliberal y un joven de tendencia social demócrata, ligado al expresidente Correa, se ha saldado a favor del primero.
Los resultados en la segunda vuelta fueron los siguientes:
• Guillermo Lasso: 4.656.426 votos que representan el 52,36 % de los votos válidos.
• Andrés Arauz: 4.236.515 votos, el 47,64 % de los votos válidos.
Vamos a intentar realizar un análisis, sabiendo que lo ocurrido no obedece a una sola causa, sino un conjunto de ellas que han provocado el resultado actual.
Una competición desigual
Desde el inicio del proceso electoral el candidato de Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, tuvo todo en contra. El Consejo Nacional Electoral puso todas las trabas imaginables para impedir su participación en las elecciones, recibieron ataques de todos los demás y hubo una arremetida feroz de todos los medios masivos de comunicación, en su contra. Esto se agravó aún más durante la campaña de la segunda vuelta, llegando a límites nunca antes vistos en Ecuador.
Por otra parte, Guillermo Lasso puso todos sus enormes recursos económicos en juego, sin que hubiera ningún tipo de control sobre el gasto. Igualmente contaba con el apoyo de todos los medios masivos de comunicación.
Un tercer actor decisivo
El candidato de Pachakutik, Yaku Pérez Guartambel, que quedó tercero en la primera vuelta, muy cerca de Lasso, sembró en una parte de la población la idea de un posible fraude electoral. Yaku nunca ocultó sus simpatías por Lasso y promovió entre sus votantes el optar por un “voto nulo ideológico”, postura que fue aceptada por Pachakutik. El efecto se hizo sentir en el resultado final de las elecciones, ya que 1.761.433 personas optaron por anular su voto y esto favoreció claramente a Lasso.
No importaron los muertos, heridos y abusos contra muchos indígenas en las movilizaciones de octubre de 2019. Se impuso la falacia de que no había que apoyar ni al “correísmo” ni al banquero. UNES pagó las consecuencias de la peor decisión estratégica que realizó Rafael Correa durante su mandato: la ruptura total con el movimiento indígena.
Un cambio radical en la campaña.
Era claro que Guillermo Lasso era un mal candidato, su estilo era trasnochado y carecía de carisma, pero en la segunda vuelta contrató como asesor a Jaime Durán Barba, promotor de campañas extremadamente agresivas y sucias. Cambió el look a su candidato, le hizo prometer ofertas incumplibles, limpió su historia y participación en el feriado bancario del año 2000 y le generó un acercamiento a grupos gremiales y otros sectores de la sociedad civil; por el otro lado generaba todo tipo de ataques y calumnias en contra de Arauz.
La campaña de Arauz pecó de una gran inocencia y falta de fuerza, sus propuestas fueron débiles y no hubo una respuesta contundente ante las agresiones y mentiras en su contra.
Las sombras de Rafael Correa y Lenin Moreno
No hay duda que en esta elección han estado presentes las sombras de Rafael Correa y de Lenin Moreno. El rechazo total al desastroso gobierno de Moreno se refleja en el resultado que tuvo su candidata en las elecciones con apenas el 1,54 % de los votos y ningún asambleísta electo, pero tampoco hay duda que en amplios sectores de la población hay un rechazo a Rafael Correa, debido a la campaña de desprestigio y a las acusaciones de todo tipo promovidas desde el gobierno, el sistema judicial y los medios de comunicación. Lo curioso es que, a pesar de la traición de Moreno y la evidencia de que ha cogobernado con Lasso, se impuso el relato de que todo lo que ha pasado con Moreno en definitiva es culpa de Correa, ya que fue él quien lo puso como presidente.
Perspectivas de futuro
Lasso ha visto cumplido su sueño de llegar al poder, pero carece de una base firme para gobernar. Su victoria se debe más al rechazo de unos y a los votos nulos de otros que a un apoyo real a sus ideas y propuestas. Una carta que puede jugar a su favor será si puede cumplir su promesa de traer 9 millones de vacunas en sus tres primeros meses de gobierno y si logra vacunar a una gran parte de la población antes de fin de año.
Recibe un país en una situación calamitosa, con un manejo criminal de la pandemia del COVID 19, con un estado quebrado y una crisis económica autoprovocada en gran parte por las políticas neoliberales implementadas. La falta de empleo difícilmente puede ser suplida por su promesa populista de la creación de dos millones de puestos de trabajo. Esta coyuntura será la escusa perfecta para promover las privatizaciones, una mayor reducción de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y otras medidas similares. Si se profundizan las políticas neoliberales, es posible que veamos nuevos levantamientos populares como los que hay actualmente en Colombia y que posiblemente serán duramente reprimidos.
No tiene asegurada la gobernabilidad, en la asamblea no cuenta con respaldo suficiente, teóricamente la oposición tiene una mayoría de legisladores. Esto hará difícil que pueda aprobar algunas leyes violatorias de derechos.
¿Y las elecciones en Perú?
En la hermana república de Perú se está dando un escenario parecido al ocurrido en Ecuador. La primera vuelta fue ganada por Pedro Castillo, seguido por Keiko Fujimori. De acuerdo a los recientes sondeos la diferencia entre Pedro y Keiko está disminuyendo, acercando cada vez más a Keiko. Muchas de las estrategias de campaña son similares a las que hemos visto en Ecuador. Keiko, hija del expresidente Fujimori actualmente preso, es el equivalente a Lasso, mientras que Pedro Castillo, maestro de escuela y líder sindical, representa una esperanza, pero es realmente una incógnita.
¿Podrá Pedro Castillo llegar al poder? ¿O Keiko logrará dar vuelta a la tendencia como ha ocurrido en Ecuador?
El futuro en nuestros países se presenta incierto, pero mantenemos la esperanza, sabiendo que el único futuro seguro se construye desde abajo con fe, solidaridad y mucho amor.
Xabier Villaverde
ELECCIONES EN ECUADOR
Cuando parecía que Ecuador volvería al Progresismo la mayoría de votantes decidió instalar a la extrema derecha en el poder político. El 7 de abril de 2021 Guillermo Lasso ganó las elecciones con el 52,36% de votos.
Pareciera que las palabras son más fuertes que los hechos. Aunque por diez años (2007-2017) con la Revolución Ciudadana experimentamos políticas sociales dirigidas a mejorar la vida de la población más vulnerable no fue suficiente. Las falsas noticias han logrado invisibilizar los derechos alcanzados.
Este proceso electoral tuvo como característica de fondo una de las crisis más graves que hemos vivido en Ecuador: la crisis sanitaria agudizada por la Pandemia, crisis económica reflejada en el creciente desempleo y pobreza, y la crisis de gobernanza con un gobierno de muy escasa credibilidad.
Desde el inicio del proceso electoral se pudo evidenciar los obstáculos para la participación democrática de todos los sectores y con dedicatoria a la Revolución Ciudadana que por tres ocasiones el Consejo Nacional Electoral (CNE) negó la inscripción del movimiento político que le permitiera participar en las elecciones. Se inscribieron 18 binomios presidenciales, pasaron a la segunda vuelta: Andrés Arauz de Unión por la Esperanza (UNES) lista 1-5, que representa la tendencia del progresismo, revolución ciudadana y Guillermo Lasso de la alianza del Partido Social Cristiano y Creo lista 6-21, que representan la extrema derecha.
La UNES no logró ser la fuerza aglutinadora de los movimientos de izquierda, partidos como Izquierda Democrática y Pachacutik en la segunda vuelta promovieron el voto nulo que favoreció al candidato ganador; tampoco pudo visibilizar con características propias la figura de Andrés Arauz, sobre todo en las provincias de la Sierra y Amazonía ecuatoriana.
La campaña de Lasso en la segunda vuelta logró sacarlo de la pelea política y presentarlo como una persona que está en “buena onda” con su lema el “Ecuador del Encuentro” que le permitió convencer a los electores de las otras fuerzas políticas como los de Izquierda Democrática y Pachacutik.
El resultado final de estas elecciones no solo golpea duramente a la Revolución Ciudadana, este golpe es extensivo a todas las organizaciones sociales y a la población más pobre. Lo más probable es que muy pronto se acentúen las medidas económicas que encarecen la subsistencia, procesos privatizadores de la salud y la educación para reducir el tamaño del Estado, la venta de las empresas públicas, flexibilización laboral que lleva a la pérdida de los derechos de los trabajadores. No será fácil enfrentar esta arremetida en condiciones tan desfavorables: crisis generalizada, desunidos y golpeados. El gran desafío será conseguir la Unidad de los movimientos sociales y las tendencias de izquierda para defender lo logrado.
ANÁLISIS LOCAL
Lamentablemente en este último proceso electoral se hizo evidente el resurgir de la violencia en nuestra provincia de Los Ríos; un candidato a la Asamblea “el Cholo Mendoza” fue acribillado después de hacer declaraciones en un medio de comunicación, lo sustituyó su sobrino, dato que evidencia la sucesión en los cargos políticos y revela que los partidos políticos tienen dueños y distan mucho de ser organizaciones.
La participación de los jóvenes ha sido muy escasa, los líderes políticos adultos, no les dan espacio, no confían en la fuerza de la juventud y en su capacidad de gestión. En las pequeñas localidades han sido utilizados como influencer para la captación de votos, con la promesa que en las próximas elecciones serán los candidatos principales. De esta manera se construyen protagonistas políticos sin ideologías y sin causas.
El proceso electoral evidenció el patriarcalismo que sólo da cabida a los hombres “fuertes”, con “poder” económico, sobre todo; características que determinan quienes deben ser candidatizables, es así que casi siempre los que lideran las listas de candidatos son hombres. En nuestra provincia, de los 6 asambleístas que ganaron, cinco son hombres y una mujer, ella era segunda en la lista. todavía se ve muy lejos el reconocimiento del liderazgo de las mujeres.
De acuerdo con el observatorio nacional de la Participación Política de la mujer de, 137 asambleístas, 52 son mujeres y 85 hombres.
Tomado del Observatorio Nacional de la Participación Política de la Mujer (2021).
La participación en las organizaciones nos tiene que llevar a la búsqueda de los derechos colectivos, esto supone superar ansias de protagonismo y beneficios personales. Mejorar las condiciones de vida de toda la población es el gran desafío.
Beatriz García Pluas, (Bachita), misionera del IMS, trabaja en el centro de personas con discapacidad de Ricaurte en la provincia de Los Ríos.
Deja una respuesta