D. Mario Ruiz Navas, obispo de Manabí (1989-1994) y posteriormente arzobispo de Manabí (1994-2007), falleció la madrugada del día 10 de diciembre en Pujilí, su ciudad natal a los 90 años de edad.
El Grupo Misionero Vasco en general y los misioneros y misioneras Manabas, en particular, le tenían en gran estima. En varias ocasiones nos visitó aquí en Euskadi, tanto para ver a D. Victor Garaigordobil, con el que tenía muy buena relación, como para ver al resto de misioneros que pasaron por Manabí.
Monseñor José Mario Ruiz Navas nació en Pujilí, Provincia de Cotopaxi, el 20 de julio de 1930. La instrucción secundaria la recibió en el colegio San Luis, mientras sus estudios de Filosofía los realizó en el seminario Mayor San José de Quito, para luego efectuar estudios de Teología, Derecho Canónico y Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Es ordenado sacerdote en Roma el 17 de abril de 1954; acompaña al cardenal Carlos María de La Torre como su secretario al Cónclave en el que fue elegido como Papa, Juan XXIII; participó en las cuatro etapas del Concilio Vaticano II.
A su regreso de Roma, terminada su formación sacerdotal, en 1959, la Conferencia Episcopal le encarga la organización del Secretariado General bajo la guía del cardenal Echeverría, entonces obispo de Ambato.
Durante nueve años promovió el apostolado seglar como asesor de Acción Católica y del Movimiento Familiar Cristiano en el país.
El 12 de enero de 1969 recibió la ordenación episcopal como segundo obispo de Latacunga para Cotopaxi, servicio pastoral que prestó durante 21 años. El 08 de diciembre de 1989 inicia su servicio pastoral como VI Obispo de Portoviejo para Manabí.
El 25 de febrero de 1994, Juan Pablo II elevó a Portoviejo a Arquidiócesis, nombrándolo Primer Arzobispo de Portoviejo para Manabí hasta el 6 de agosto de 2007 en que le fue aceptada su renuncia como arzobispo de Portoviejo por límite de edad.
Fue, además, Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana en tres periodos consecutivos (1993-2002)
Deja una respuesta