Siguiendo con los textos de la Agenda Latinoamericana del 2021, incluimos dos textos que presentan soluciones distintas para un mismo escenario de crisis post-coronavirus.
IGNACIO RAMONET – DIRECTOR DE LE MONDE DIPLOMATIQUE
Se habla ahora abiertamente lo de nacionalizar, de relocalizar, de reindustrializar, de soberanía farmacéutica y sanitaria. Se vuelve a usar una palabra que los neoliberales estigmatizaron, acorralaron y desterraron: solidaridad. La economía mundial se encuentra paralizada por la primera cuarentena global de la historia.
En el mundo entero hay crisis, a la vez, de la demanda y de la oferta. Esta traumática experiencia debe ser utilizada para reformular el contrato social y avanzar hacia más altos niveles de solidaridad comunitaria y mayor integración social. En todo el planeta, muchas voces relaman ahora unas instituciones económicas y políticas más redistribuidas, más feministas y una mayor preocupación por los marginados sociales, las minorías discriminadas, los pobres y los ancianos. El concepto de «seguridad nacional» debería incluir, a partir de ahora, la redistribución de la riqueza, una fiscalidad más justa para disminuir las obscenas desigualdades y la consolidación del Estado de Bienestar.
Sería inteligente anticipar la próxima crisis climática que podría sorprendernos pronto, detener el consumismo furioso y acabar con la idea del crecimiento infinito. Nuestro planeta no puede más, agoniza… Es imperativo acelerar la transición ecológica no contaminante y apresurarse en implementar lo que los ecologistas reclaman desde hace tiempo, un «Green New Deal», un ambicioso acuerdo que constituya la nueva alternativa económica mundial al capitalismo depredador.
NAOMÍ KLEIN- ESCRITORA Y DIRECTORA DE CINE
Bajo los efectos del «capitalismo de shock» los defensores del sistema (Gobiernos ultraliberales, fondos especulativos, empresas trasnacionales, mastodontes digitales) consolidan su dominación y manipulan la crisis para crear más desigualdades, mayor explotación y más injusticias… Es preciso impedir que la pandemia sea utilizada para instaurar una Gran Regresión Mundial que reduzca los espacios de la democracia, destroce aún más nuestro ecosistema, disminuya los derechos humanos, neocolonice el sur, banalice el racismo, expulse a los migrantes y normalice la cibervigilancia de masas.
La batalla del cambio climático es una batalla entre el capitalismo y el planeta y eso ya lo sabemos. La batalla ya se está librando y ahora mismo el capitalismo gana con holgura. La gana cada vez que la necesidad del crecimiento económico se usa como excusa para aplazar una vez más la necesaria acción contra el cambio climático o para romper los compromisos de reducción de emisiones que ya se había alcanzado
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