Este pasado lunes celebrábamos el día de África para conmemorar que el 25 de mayo de 1963, nacía lo que hoy conocemos como Unión Africana. Pero África es un vasto continente compuesto por 55 estados con una gran riqueza social, cultural, pero empobrecido y expoliado por la codicia de los grandes poderes económicos.
Nuestras diócesis han tenido una vinculación especial con África a través de nuestros misioneros que dedicaron allí los mejores años de sus vidas. A la crisis del covid-19 que también ha llegado a África, se le suman lluvias torrenciales en diferentes países que han asolado los campos. Agricultores y pequeños comerciantes han visto interrumpida su actividad y no tienen con qué mantener a la familia.
Desde las diferentes parroquias y centros donde trabajaron nuestros misioneros, nos han llegado peticiones de ayuda para necesidades básicas de alimentación, jabón y medicinas. Es el caso de Ruanda, desde el centro de formación de Gihara donde estuvo Leonardo Esnaola. Desde Misiones Diocesanas Vascas se han enviado 5.000 €. La hermana Mechtilde Kayitesi, actualmente al frente del proyecto, nos decía que ese importe contribuirá a aliviar la situación de 500 familias empobrecidas y desnutridas. A Ruanda, se ha enviado la misma suma de dinero a las parroquias de Kayenzi y de Mugina, donde murió el misionero pasaitarra Isidro Uzkudun.
Gure elizbarrutiek Afrikako hainbat lurralderekin lotura handia izan dute misiolarien bidez, bertan eman baitzituzten euren urterik hoberenak. Afrikara ere iritsi den Covid-19aren krisialdiaz gain, eskualdeko euri-jasek zelaiak hondatu dituzte. Hori dela eta, nekazariek eta merkatariek eguneroko jarduera eten behar izan dute eta ezin dute familia mantendu.
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