En esta ocasión, también desde R.D. del Congo, Virginie Kazadie, superiora de la comunidad de terciarias capuchinas en Kansenia y Maribe Bengoetxea, misionera mercedaria de Berriz desde Likasi aportan algunos datos e impresiones sobre lo que está ocurriendo en sus respectivas zonas por medio de unas preguntas que les hemos formulado.
Por otra parte, le hemos pedido su opinión a la Hna. Julienne Mukenge, religiosa congoleña de la Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús, que vive en Bilbao.
DESDE KANSENIA
1.- ¿Cómo se está viviendo esta pandemia del Covid 19 en Kansenia y en la RD Congo en general?
En la RD Congo en general: en el primer momento fue un sentimiento de pánico, una desesperación y un profundo miedo al ver que Europa y América, que tienen unos servicios de salud bien organizados, pudieran tener un porcentaje tan alto de mortalidad. Para nosotros sería terrible, muy grave si el virus llegase aquí. El confinamiento que ordenó nuestro gobierno de la RD Congo, además, fue un mal añadido porque la mayoría de la gente vive al día, y sin actividades moriremos más de hambre que del coronavirus. Debido al confinamiento, todo se volvió caro, el saco de harina de 25 kg costaba 50 dólares, lo que produjo un desastre al agregar miseria y desesperación. Por otro lado, hay quienes no creen en esta enfermedad pensando que es el gobierno quien hace esto para robar el dinero. Los sentimientos son por lo tanto mezclados.
En Kansenia: El día que se suspendieron las clases (el 19 de marzo) la gente pensó en otras cosas (¡la guerra!). A base de explicar lo que ocurría muy despacio, la gente empezó a entender, pero las condiciones son precarias ya que quienes se encargan de la sensibilización son los jefes de la aldea. Las condiciones sociales empeoraron porque las escuelas son la fuente principal de ingresos. Los maestros sobre todo tienen una triste desesperación total, no hacen más que preguntarnos si sus benefactores gozan de buena salud; con la crisis global que se está viviendo, ¿continuará el apoyo escolar desde el País Vasco? Porque esa ayuda es fundamental. ¿Es este el regreso a la sociedad tradicional? Verdaderamente hay sufrimiento y miseria. Es lo que se puede ver en sus caras. Cada vez que bajamos a Kapiri, los maestros se acercan para preguntarnos por su futuro. Dicen que si se suspenden las ayudas, todos moriremos no solo de enfermedad sino sobre todo de hambre.
En el Hospital de Kansenia: tenemos miedo porque incluso las mascarillas han desaparecido del mercado. Hay mucha tensión, poca entrada de personas enfermas y los que vienen, llegan sin nada porque no hay ni dinero para comprar alimentos. ¡ Imaginemos si aquí llegase el virus!!! No tenemos tests ni protección, pero seguimos dando acogida y bienvenida a todos los que llegan sin saber si están o no infectados. A nivel sanitario estamos expuestos; económicamente el hospital caerá pero no podemos dejar que la gente muera. Estamos confundidas.
Como comunidad religiosa: Convive en nosotras el miedo, a veces intenso, y también la esperanza de que el Señor nos ayudará y nos abrirá el camino para que podamos salir. «Es el mártir blanco». Estamos con la gente y cerca de todos, pero es difícil porque a veces nos sentimos impotentes ya que nos falta lo necesario para satisfacer sus necesidades.
2.- ¿Cómo os estáis preparando para lo que pueda venir?
La preparación que podemos llevar a cabo es muy limitada. Creamos conciencia en el hospital porque el médico hizo la capacitación adecuada. Los jefes de la aldea, los comerciantes y los pastores también recibieron la formación para crear conciencia y sensibilizar mediante el uso de las mascarillas, lavarse las manos, incluso con cenizas por falta de jabón, evitar las multitudes, … pero es difícil convencer a las personas que no han estudiado, trivializan todo. Aun con todo tenemos una habitación en el hospital para acomodar a los enfermos mientras esperamos que el gobierno traiga lo necesario. Porque aquí en el Congo, en varios hospitales, faltan mascarillas, por lo que los preparativos son escasos. Solo esperamos con inquietud lo que sucederá, porque los que sobrevivan dependerán más de la gracia de Dios. Lo que nos han enseñado en la formación es que si hubiera un caso sospechoso, la muestra debe enviarse a Kinshasha porque es en la capital donde se confirman las pruebas. Se han puesto barreras, cerrado fronteras para que el virus no llegue, pero en un territorio como el nuestro, donde la selva (la brousse) tiene muchos accesos, es imposible cerrarlos todos. Además en el hospital y en los centros hemos puesto recipientes para el aseo de manos.
3.- ¿Qué opináis de lo que está ocurriendo en el mundo occidental, Europa y América con respecto a esta pandemia?
Lo que está sucediendo en el mundo nos sorprende y nos supera. Es como si nuestra inteligencia nos llevara a destruir el mundo en lugar de construirlo. Todos piensan en el fin del mundo, la cantidad de muertes … ¿Cómo entender el respeto de los seres humanos??? A dónde vamos?? ¿Por qué otros países han guardado silencio? Seguimos muy poco las noticias, creemos que esta realidad provocará incidentes terribles.
4.- ¿Creéis que los que mandan en el mundo sacarán lecciones y la relación con África en general y con la RD Congo en particular cambiará algo?
No lo vemos claro porque esta situación puede provocar réplicas, consecuencias, también la crisis económica, la desconfianza. El mundo era una aldea, pero tal vez a partir de ahora habrá estigmatizaciones de otras razas. Por un lado, aquí en el Congo con esta situación habrá una lección para las autoridades. Las autoridades congoleñas normalmente van al extranjero a curarse de sus enfermedades y no se preocupan de organizar el sistema de salud de su propio país, no equipan los hospitales. Sin embargo, esta vez nadie puede salir a tratarse en otro lugar, ricos y pobres, moriremos en nuestros propios países. A veces nos invade el miedo, el dolor de ver a la gente que nos ayuda que pueda correr riesgo de morir. ¡Qué futuro para los pobres y especialmente para la gente de Kansenia!
5.- ¿Cómo veis el futuro tras esta pandemia?
Estamos confusas. Esta realidad nos paraliza porque el futuro sigue siendo oscuro. No sabemos qué puede pasar, el futuro puede cambiar de repente. No sabemos si la ayuda continuará o si se detendrá. Como ya decíamos antes, la gente nos pregunta si la ayuda se va a cortar o limitar. Si eso ocurriera, para Kansenia sería un desastre. Esta realidad es compleja y demasiado dolorosa para las personas de Kansenia que están desesperadas. Todos esperan con impaciencia que pase esta realidad rezando mucho para ver cómo será. Nos abrimos a la voluntad de Dios confiando en la divina providencia.
6.- ¿Cómo podríamos seguir colaborando desde aquí con vosotras? ¿En qué os podríamos seguir ayudando?
Según vuestras posibilidades. Nosotras esperamos que la tensión pase y que la situación de pandemia cambie, pero dejará muchos rastros. No sabemos qué será del proyecto Kapiri. Esperamos vuestras respuestas y vuestro apoyo. La situación económica, social y educativa ha cambiado mucho. Vuestra ayuda dependerá de vuestra capacidad y vuestras posibilidades y del sector con el que deseéis seguir colaborando.
Esperamos impacientes con esta convicción de que todo pasa, que el Señor está allí. Él se manifiesta a través de personas que hacen el bien y que están cerca de los pobres y que traducen su amor en acciones concretas.
Muchas gracias. Sor Virginie Kazadie
DESDE LIKASI
La vizcaína Maribe Bengoetxea es misionera mercedaria de Berriz y ha dedicado toda una vida a la Misión en la República Democrática del Congo. Le agradecemos que haya contestado a estas preguntas.
1.- ¿Cómo se está viviendo esta pandemia del Covid 19 en Kansenia y en la RD Congo en general?
En Likasi se está viviendo, para mí, como si no existiera. Es verdad que hay algunas normas a seguir, en autobuses, taxis, motos, etc….Los colegios y las Iglesias están cerrados desde el 19 de marzo. Pero las comunicaciones con Lubumbashi siguen como siempre y el trasporte tanto público como particular sigue sin dificultad. Es verdad que oficialmente no hay ningún caso en Likasi, aunque tampoco hay medios para saberlo.
El movimiento de la calle, delante de nuestra casa es el de siempre. La gente dice que si se quedaran en casa se morirían de hambre…
En Lubumbashi hay 10 casos, oficialmente encontrados, después de mandar las muestras a Kinshasa, es decir a 2.000 kilómetros. Que se sepa no hay ninguna muerte…
En comunidad la vida ha cambiado, no hay clases, y tampoco misas. Descansamos más y rezamos más, así que, con un confinamiento poco estricto para las congolesas, yo no salgo desde el 19 de marzo ni a la puerta de casa, no me dejan mis hermanas, dicen que soy de riesgo, hay otras actividades, pero en casa …
2.- ¿Cómo os estáis preparando para lo que pueda venir?
Lo que está pasando en el mundo, me recuerda a otras catástrofes a lo largo de la historia humana, desde el Diluvio Universal. Nos ha tocado vivirlo para que despertemos del orgullo, ambición, egoísmo, etcétera, etcétera…
Pienso que en este caso ningún gobierno estaba capacitado para hacer frente a cosa semejante, y aunque hayan intentado hacerlo lo mejor posible no eran capaces de hacerlo todo bien.
4.- ¿Creéis que los que mandan en el mundo sacarán lecciones y la relación con África en general y con la RD Congo en particular cambiará algo?
Yo creo que todos tenemos que sacar muchas lecciones de este suceso. De los que mandan, pienso que algunos también las saquen, no todos, porque de lo que se trata aquí es de cambiar la humanidad, las personas, todas. Estén haciendo lo que estén haciendo tenemos que cambiar y así el cambio será seguro. Pero sí creo que este hecho ha sacudido muchas conciencias, y eso es bueno.
5.- ¿El futuro del mundo? Quién lo sabe, creo que cambiarán cosas, pero con el tiempo, en algunos años volveremos a lo mismo.
5. ¿Cómo colaborar con nosotras? Como lo habéis hecho hasta ahora, cuando hemos tenido una necesidad concreta, y os la hemos pedido, siempre nos habéis respondido. Gracias y seguir así.
DESDE BUKAVU
La hermana Julia natual de Bukavu, vive y trabaja en la casa que su congregación tiene en Monte Avril en Bilbao.
Nos cuenta que en su familia están todos bien; a Dios gracias nadie se ha contagiado.
¿Tienes noticias de otras zonas del Congo?
Algunas fronteras del Congo permanecen cerradas, así que los casos son aislados. En Goma, al norte del país, había 7 casos, pero todos curados, así que el Gobernador proclamo el fin de la pandemia la semana pasada, e incluso abrió la línea de barcos que van de Goma a Bukavu y viceversa; pero de repente acaba de pedir el Confinamiento otra vez hasta el 15 de este mes porque se ha encontrado otro caso.
Bukavu, al Este del país, tuvo 5 casos, pero parece que todos se han curado. También se han dado algún caso en Lubumbashi; parece ser que un congolés que había ido de Kenia dio positivo, y por eso el pasado domingo día 4 pidieron a la población no salir, pero sólo fue un día y levantaron el confinamiento al ver que había venido del exterior. En el único lugar que la pandemia está con fuerza es Kinshasa, donde se siguen dado muertes. En total el Congo tiene ya 682 casos de contagios, 80 de ellos ya curados, y 34 fallecimientos.
¿Qué nos puedes decir del futuro?
Esto todavía no ha terminado, esta situación necesita un poco de paciencia, y confianza en Dios.
Confiemos en ello y que podamos superar pronto la pandemia y hayamos aprendido algo. De todas formas el Congo, como muchos otros países de África, saben tristemente mucho de pandemias y cómo luchar contra ellas: ébola, malaria, gripe muy fuerte…y esta también la superarán.
Muchas gracias Hna Julienne.
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