El pasado sábado, día 22 de junio, la Delegación de Misiones de Vitoria organizó un encuentro de final de curso con los grupos de misiones y solidaridad de la diócesis.
Las campas de la ermita de Ntra. Sra. de Ayala, en Dulantzi, acogieron, por segundo año, este encuentro en el que los grupos comparten los aspectos más importantes de su trabajo misionero de todo el curso. Tras una breve oración en la que Pagola nos invitaba a reflexionar sobre el Corpus, los representantes de los grupos tomaron la palabra para compartir lo que ha supuesto este curso en sus comunidades parroquiales.
Las cenas solidarias, los mercadillos, las campañas, las voces del sur… pequeños gestos en los que los grupos de misiones son capaces de movilizar a sus comunidades parroquiales, que responden siempre de forma entregada y generosa.
Después de evaluar el curso, estuvimos compartiendo las informaciones sobre los próximos eventos misioneros que tenemos previstos. Principalmente (casi, exclusivamente) las actividades del Mes Misionero Extraordinario (MME) que en Araba ya han comenzado, con la exposición de los 100 años del compromiso misionero y que en octubre alcanzarán su clímax.
Ya están preparados para todo lo que haga falta hacer: acompañar la exposición, ayudarnos con los encuentros, invitar a sus comunidades a las actividades…
Realmente, los grupos de misiones y solidaridad de Araba son pocos, son mayores, tienen sus achaques (y sus manías), pero cuentan con una energía, con una capacidad para decir que «sí» a lo que se propone y con unas ganas de trabajar que nos siguen dejando asombrados. Son sal y luz en sus parroquias y en el mundo, casi invisibles, pero… cómo se nota faltan.
Terminamos el encuentro, (no podía ser de otra forma) compartiendo lo que cada cual trajo para almorzar. Tortilla, vino y queso… no se puede pedir más. Tras un curso intenso, es bueno echar la vista atrás y celebrar lo que hemos realizado. Tenemos todo el verano para cargar fuerzas y afrontar el exigente comienzo del próximo curso. ¿Nos ayudas?
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