Estos días vemos en la televisión, en la prensa, en las redes sociales… anuncios de organizaciones que solicitan nuestra ayuda para apoyar diversos proyectos solidarios. Parece que en estas fechas navideñas estamos más abiertos a colaborar con una aportación económica.
Sin quitar méritos a nadie, queremos recordar, en este momento, a tantos grupos de Misiones de nuestras diócesis que siguen trabajando a lo largo de todo el año y durante muchos años, en la construcción de un mundo mas justo y fraterno. Lo hacen mediante el apoyo a proyectos concretos, a través de las campañas de sensibilización o realizando gestos tan pequeños como tejer unas vendas. (El año pasado se enviaron 493 vendas a tres hospitales de la R.D. Congo, a través de la Fundación “Amigos de Mufunga”. También se enviaron otras 112 a Guancabélica en Perú.)
En el número 257 de la revista Los Ríos (páginas 22 y 23) uno de estos grupos cuenta su experiencia.
http://www.misioak.org/wp-content/uploads/2017/11/los_rios_257_ok.pdf páginas 22 y 23
«Estos proyectos pequeños de medicamentos, o el hecho de tejer unas vendas pueden parecer gotas en el océano, pero cada medicina, cada venda servirá para mejorar la vida de unas personas y eso es valioso, sobre todo si se conoce a quién va a llegar y qué realidad concreta de pobreza están viviendo esas personas. Es una cuestión de compartir lo que tenemos con nuestros hermanos y hermanas africanas o americanas.»
Una de las actividades del grupo es la organización del rastrillo misionero anual, cuya recaudación se envía a diferentes proyectos.
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