Les llamamos también campos de experiencia, experiencia de cooperación o experiencias de verano.
El objetivo es tener un contacto directo con la realidad de otro país, otra cultura desde lo cotidiano, desde la vida del día a día.
Es una oportunidad para ser acogidas y acogidos por una familia, por una comunidad y por un equipo de agentes de pastoral y junto a ellos y ellas conocer esa realidad.
¿Cómo se conoce esa realidad?
Las personas que reciben abren sus casas, comparten lo que tienen, muestran lo que hacen, explican cómo y porqué lo hacen, hablan de sus luchas y de sus sueños.
Se participa de la vida de la comunidad, de sus reuniones y actividades, se conoce su organización, sus formas de resistencia
A través de los equipos de agentes de pastoral se conoce el conjunto de la actividad pastoral desde la opción por los empobrecidos.
En la práctica ¿en qué consiste esta experiencia?
Unas veces se trata de participar en las misiones (un tiempo intenso en el caminar de las comunidades) y otras en una actividad de apoyo a alguno de los proyectos (educación, salud…)
Hay palabras que expresan muy bien el objetivo : “conocer”, “estar”, “vivir”, acompañar”, “observar”, “aprender”…
Se trata de poner algunos nombres y rostros concretos a las ideas, a los conceptos manejados en los cursos de formación.
¿Qué hay que hacer antes de ir?
– Formación: participar en el curso Norte-Sur y en los preparativos concretos que cada actividad requiere.
¿Hace falta algo más?
Ir con los ojos, los oídos y el corazón muy abiertos para dejarse interpelar.
Saber que se trata de algo que tiene una doble dirección: “dar y recibir”, “enriquecerse con la experiencia de unas personas y unas comunidades y poner al servicio de l@s empobrecidos lo que quien va es, sabe y conoce”.
Se trata de una experiencia personal, vivida junto a los y las compañeras del curso y apoyada desde el acompañamiento de unas personas que conocen el proceso.
Es un tiempo corto que está orientado a que, a la vuelta, cada persona profundice en su relación con el Sur y decida sus propios compromisos.
Durante mi estancia en Ecuador he vivido grandes momentos y experiencias y una ellas ha sido colaborar en la organización de una exposición de fajas indígenas o Kawiñas, como se les denomina en Kiwchua.
Gracias a esta hermosa y colorida prenda he aprendido mucho sobre la cultura Runa. Sus colores y la combinación entre ellos esconden variadísimos significados. Y su elaboración contiene secretos y técnicas ancestrales. Sin duda la Kawiña es una gran representante de la cultura indígena.
Pero sin duda, a parte de la cultura, he aprendido muchísimas lecciones vitales gracias a las personas con las que he trabajado y convivido durante mi experiencia vivida en Ecuador. Entre muchas de las cosas aprendidas gracias a su ejemplo, destacaría: cumplir las tareas diarias gozosamente y con alegría, a ser humilde y sencillo, a respetar y a amar la naturaleza, a convivir con respeto, a dar y a recibir cariño, a optar por los más pobres, en definitiva, a crecer como persona y a ganar en calidad humana y sobre todo he aprendido a sentir a Jesús en mi día a día para seguir con fuerza en el camino hacia el Reino de Dios. ¡Muchas gracias de todo corazón por vuestras enseñanzas y paciencia!
Jokin Linaza, profesor, participó en el campo de trabajo en la Unidad Educativa Intercultural bilingüe Pachayachachik en Riobamba Ecuador
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