Aitor Esteban, presbítero de la diócesis de Bilbao, es misionero en la diócesis de Trujillo, en Perú, desde 2005. En esta crónica, nos transmite los duros momentos que están viviendo con motivo de las inundaciones en esa zona del país.
“Aunque no me he preocupado mucho por las imágenes, pues estaba “peleado” con mi cámara, acá traigo algunas para ilustrar la situación, después de una semana de “Niño” que ha provocado que “Río Seco” haya dejado de serlo. Desde la sierra llegan corrientes de agua repentinas, como avalanchas, que entran en Trujillo por periferias como el Alto Trujillo… sembrando el temor en la gente.
Una de esas quebradas fantasma es San Ildefonso, que atraviesa parte de Alto Trujillo, entra al distrito El Porvenir, por la zona llamada “Río Seco” y llega al cementerio municipal, haciendo una laguna enorme, cuyo peso rompe los diques y entra a Trujillo por la avenida Miraflores, hasta la plaza de Armas (los videos que han salido por ahí son de por sí elocuentes), y llega al mar por Buenos Aires (donde si además llueve, el colapso es doble, como lo están viviendo nuestros compas, que han visto cómo caían casas …y varias familias han tenido que alojarse de emergencia en su casa. En 6 días se han venido 8 huaycos por la misma quebrada. Así que Trujillo es un caos. También se han activado otras dos quebradas (aunque no llegan al centro). El río Moche corre riesgo de desborde, y en Virú y Pacasmayo ya lo ha habido, dejando cortada la panamericana por el norte y por el sur.
Otras correnteras, más las lluvias sobre el lugar, han roto cercos (incluido el de los centros de cuidado en el 5B), incluso paredes de casas –que han colapsado.
Trujillo parece ciudad bombardeada. Cuando se activan las quebradas, los huaycos llegan con todo. Ayer fui a la clínica para verme la muñeca izquierda (me han puesto férula; disculpar ortografía), y volví en micro pero hay una parte que no dejaban pasar.
Parece que puede haber lluvias algunos días más, pues la temperatura del mar, dicen que ha subido 10°C (hasta los 28.5), y las aguas se han retirado 20 metros: dada la ingente cantidad que se ha evaporado y amenaza caer en forma de lluvia. Por eso el sur del país está empezando a sufrir también este fenómeno del Niño: las corrientes cálidas van hacia allá.
Obviamente, en Alto Trujillo y las demás zonas periféricas donde las lluvias caen con más fuerza y/o se activan quebradas y correnteras, y a la vez las casas son en buena parte de material rústico, hay muchos daños en ellas: techos y paredes que colapsan, viviendas que se inundan, gente perdiendo todo o casi todo… Las imágenes llegan a ser bastante fuertes, sobre todo si conoces a las personas que viven ahí.
Pero también hay que destacar la reacción casi inmediata de muchas personas, empezando por madres de comedores que se ponen a preparar y llevar comida a las zonas afectadas. Me ha tocado acompañar a varios grupos: alguno de vecinas, otros de jóvenes, otro del Arzobispado, otro de Defensoría de la Mujer… Y acaba resultando una experiencia bastante humanizadora. Obviamente también hay “vivos” que suben los precios y quieren aprovecharse”.
Aitor Esteban
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