La misionera bilbaína Begoña Iñarra ha compartido esta semana su testimonio en Bilbao, en el marco de la campaña del DOMUND, que celebraremos este próximo domingo 22 de octubre.
“La Misión me ha transformado” expresaba Begoña al inicio de la charla.
La vida y la tarea compartida en cada uno de los países de África donde ha estado, así como las etapas en las que ha trabajado desde Europa, la han transformado: R.D. Congo, Uganda, Etiopía, España, Mozambique, Bruselas-Bélgica, Kenia, París y actualmente Madrid siguen conformando la vida de esta misionera incansable y comprometida.
En África descubrió su vocación religiosa como Hermana misionera de Nuestra Señora de África y a lo largo de los años ha ido descubriendo los valores de cada cultura, aprendiendo sus lenguas, conviviendo con sus gentes, implicándose en la lucha por la justicia , en la construcción del Reino.
Durante la charla se centró en la compleja situación de la República Democrática del Congo, país recientemente visitado por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, pero quiso destacar, en primer lugar la presencia de movimientos cívicos que han surgido en el país como “LUCHA” movimiento ciudadano no-partidista y no violento que se puso en marcha en 2012 en Goma, tras el clamor de unos jóvenes conmocionados, indignados y revueltos por la situación de caos generalizado. LUCHA moviliza a los congoleños para actuar juntos por el advenimiento de un Congo nuevo, unido, libre, pacífico y próspero, cuyas hijas e hijos honestos y concienzudos asuman su poder cívico para lograr la dignidad humana y la justicia social, para la nación y la posteridad.
También habló del movimiento cívico FILIMBI que nació en 2015 y que su principal objetivo es estimular la participación ciudadana, sobre todo entre los jóvenes, para mejorar las condiciones de vida influyendo en las decisiones de las autoridades en beneficio de todos, rompiendo con la pasividad que permite a los gobernantes continuar con sus fechorías.
Aportó datos sobre la compleja situación que vive el país: las causas estructurales de su empobrecimiento, Consecuencias económicas para la población y los Impactos Sociales . pero la presencia de estos nuevos movimientos son una fuente de ESPERANZA para la RD Congo y para África. También nombró a otros movimientos cívicos como “Estamos hartos (Y’en a marre)de Senegal, “La escoba ciudadana” (Balai Citoyen) de Burkina Faso.
Otro signo de esperanza que compartió es lo que aportan las comunidades cristianas de base en el Congo, que en las comunidades locales son lugares para la reflexión, la oración, el estudio bíblico y la acción social , promueven la justicia, la paz y la reconciliación, y abordan las dificultades de la comunidad. A veces se unen con otras organizaciones religiosas y de la sociedad civil para buscar soluciones a problemas que afectan al país.
Compartió toda la sabiduría africana del Ubuntu: “soy persona a través de otras personas” y todo lo que aporta en su manera de vivir.
Como mensaje para la campaña del DOMUND expresó que vivir la misión es:
Mirar, es estar atentos a la realidad y a los signos del Reino de Dios.
Dejarnos transformar por las personas y la realidad que encontramos y contribuir a transformar la sociedad en el Reino de Dios. Vivir LA SOLIDARIDAD GLOBAL.
Poner a Dios con su creación en el centro de nuestras vidas con una atención especial a los más pobres.
Acoger al otro a la otra diferente=Dejarme transformar por él o por ella, por su cultura….
Hacer INCIDENCIA SOCIO-POLÍTICA para transformar la realidad, la sociedad y el mundo.
Begoña no sólo propone sino que actúa y lo demuestra con su trayectoria participando en diferentes espacios de denuncia y de defensa de los derechos de los pueblos africanos, como la Red África Europa Fe y Justicia que incide en las políticas económicas de la Unión Europea que tienen consecuencias en África, Está implicada en RENATE, red de religiosas en Europa contra la trata y la explotación.
Participa entre otros, también en ATTAC, espacio de denuncia por una justicia económica global, y actualmente es la coordinadora de la comisión contra la trata de personas en la archidiócesis de Madrid.
Ha sido un regalo tenerla entre nosotras.
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