Ramón Díaz Guardamino, vicario judicial, responsable del Tribunal eclesiástico de la Diócesis de Bilbao durante los últimos años ha vivido hoy uno de los actos más emotivos de su proceso misionero en la celebración de “envío” que ha tenido lugar hoy al mediodía, en la catedral de Santiago, presidida por el obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta.
Guardamino explica que desde que inició su vida presbiteral “lo que tenía en mente eran las misiones”, pero durante mucho tiempo desarrolló su tarea en otras encomiendas pastorales. En los últimos años, tras viajar a varios lugares donde hay misiones (incluido Ecuador, donde hay misioneros de nuestras diócesis), “sentí ese mismo llamado y tras hablarlo con unos y otros, haciendo el debido contraste, pedí al Obispo esta posibilidad. Quiero seguir a Cristo, busco cultivar esa semilla de la vocación misionera que creo que Él ha puesto en mí”. Explica que desea desprenderse “de toda una serie de seguridades y comodidades” y afronta esta etapa con mucha ilusión “debo reconocer que siento algo de vértigo: aprender un idioma difícil con casi cincuenta años, adaptarme a una nueva forma de vida, conocer nuevas personas con otras formas de vivir y pensar, ponerme a hacer algo en lo que apenas tengo experiencia… Por otra parte, puede que incluso estas actitudes sean de ayuda, al menos para vivir la nueva etapa con humildad, sin pretender que llego sabiéndolo todo”.
Roque Santos Gilces dice
Sí, habría que suscitar nuevas y más vocaciones sacerdotales, con el testimonio de los misioneros que aún viven y las historias y ejemplos de los que ya no están entre los vivos. Resaltar remarcar de ellos que, dejaron huellas de humanismo: promoción humana, cultural, espiritualidad, desarrollo, dignidad, libertad, integridad, dignidad, sencillez, servicio, honradez y entrega por todos los necesitados de esos y más valores humanos. Que las huellas marcadas por el andar de ellos, en África, Américas, Asia y otras geografías no se pierdan en el tiempo. La gran aldea del mundo por venir, sin fronteras, para migrantes, nativos, y neonatos futuros necesitarán de estos pastores. El mundo futuro será el fruto de las acciones misioneras que a nombre del Maestro Buen Pastor, construyan los libres y libertarios misioneros. Aunque las tendencias comunicacionales intentan ignorar y desaparecer a Dios, la humanidad necesita de Dios, para no desequilibrarse y no destruirse. El ser humano jamás será un homodeus.