Desconectar de la rutina, darnos un respiro…, suele ser el objetivo de las vacaciones de verano, pero en estas fechas, muchas personas apuestan también por conocer otras realidades y colaborar. Es el caso de Bilbotik Perura.
Esta asociación comenzó a dar sus primeros pasos a partir del viaje a Perú, durante el verano, de un grupo de jóvenes de una parroquia. Estas fueron sus palabras al volver del viaje:
«Lo transformador de la experiencia no fue el hacer, sino el dejarse hacer: Ver la pobreza, sentir el cariño de las personas que se iban encontrando, la rabia por la pobreza que sufrían, la felicidad de compartir una comida…»
Esta asociación tiene su origen en la parroquia de San Ignacio de Bilbao cuando algunas personas, que participaban en los grupos de referencia de la parroquia, se unieron motivadas por sensibilidad a favor de las personas empobrecidas; fue un paso en su opción cristiana. Una experiencia en Perú durante el verano reforzó su compromiso por la justicia y comenzó su historia. Dos personas del grupo, así como varias de las que lo apoyan, han participado en el curso de formación Norte Sur de Bilbao (organiza: Instituto diocesano de Teología y Pastoral con Cáritas y Misiones).
Fuera de lo formal, podemos decir que Bilbotik Perura somos una asociación compuesta por cinco personas voluntarias que se reúnen quincenalmente y por otras muchas que apoyan en cada momento, actividad o campaña. En este camino, por el que os invitamos a pasear un ratito, también han estado presentes asociaciones afines o espacios de encuentro como la mesa vicarial de solidaridad.
Todo empezó en la parroquia de San Ignacio: Allá por el 2008 un grupo de jóvenes se planteó tener una experiencia en el sur para conocer, para ser conscientes de las desigualdades y las injusticias que rigen el planeta. Durante todo un curso, estuvieron formándose, con el fin de trabajar todo lo que se creía necesario para disfrutar y aprender o desaprender de esa experiencia al máximo.
Finalmente en verano del 2009 un grupo de jóvenes estuvieron en Alto Trujillo, Perú. Allí pudieron llevar a cabo muchas actividades, pero lo transformador de la experiencia no fue el hacer, sino el dejarse hacer: Ver la pobreza, sentir el cariño de las personas que se iban encontrando, la rabia por la pobreza que sufrían, la felicidad de compartir una comida y la tristeza de tener que regresar a un mundo que aparentemente no tenía nada que ver. Y digo aparentemente, porque al volver a Bilbao hubo dos ideas que latían con fuerza: El pensar que la vuelta de Alto Trujillo no era el final de un viaje, sino el inicio de una lucha; y el convencimiento de que no hay tercer ni primer mundo, sino uno solo, y que lo que hagamos en un país afecta a otro.
Así que tras una experiencia tan intensa, unas cuantas personas de ese grupo, dimos los primeros pasos de lo que hoy es Bilbotik Perura.
Los planteamientos de la asociación y de las personas que la conformamos han ido transitando por diferentes caminos, aunque siempre en el mismo paisaje: La lucha contra la riqueza para conseguir un mundo más justo y solidario, donde ninguna persona tenga que sufrir las cadenas de la pobreza.
Nuestras líneas de actuación siempre han sido dos: El apoyo económico a los proyectos que surgen de la población de Alto Trujillo y la sensibilización.
Entendemos la cooperación desde el reconocimiento de las capacidades y el poder que tienen las personas de Alto Trujillo. Tras vivir su realidad, somos conscientes de que aquellas gentes generan alternativas. Así Bilbotik Perura estuvo apoyando hasta el 2014 proyectos de carácter educativo: Jardines de infancia y becas. Desde el 2013 hasta hoy diferentes personas de la Asociación han visitado de nuevo Perú y desde entonces la contraparte en el sur es la Defensoría de la Mujer de Alto Trujillo (DMAT), una entidad que trabaja en la prevención y la intervención con mujeres supervivientes a la violencia machista.
La recaudación económica viene a través de las aportaciones de socias o donaciones puntuales (en aumento desde el reconocimiento como asociación de utilidad pública), mercadillos, festival solidario, subvenciones… El dinero obtenido se destina íntegramente a la DMAT, para fortalecer los proyectos que impulsa y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadoras. Esta decisión no sólo la tomamos porque somos conscientes de un sistema patriarcal en el que las mujeres salen perjudicadas y por ello merecen un apoyo extra; sino también porque la mayoría de los proyectos de solidaridad en Alto Trujillo han sido y son liderados por mujeres.
Por otro lado, creemos firmemente en la responsabilidad que todas tenemos en este mundo. Las maneras de relacionarnos y los hábitos de consumo son generadores de una pobreza que se sufre en otras zonas en las que si no ponemos atención, pasa desapercibida. Es aquí cuando la educación para la transformación social se convierte en fundamental. Desde Bilbotik Perura, creemos que sin denunciar todo esto y ofrecer alternativas, nada de lo que hagamos puede tener sentido; por eso las charlas, cine-fórums, talleres… que organizamos a lo largo del curso.
No queremos que nuestra asociación sea sólo un espacio para apoyar proyectos en Alto Trujillo; queremos ir más allá: Apostar por un mundo más justo, donde la forma de vida de unas personas no sea la condena de otras.
Leire Cenizo,miembro de la asociación Bilbotik Perura
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